Lo que hoy llamamos cómic es una expresión que nace en el siglo XIX pero tiene sus raíces en la necesidad humana de narrar a través de imágenes que le sobrevivan. Este impulso construye " una arquitectura de la mente " , una estructura que ocupa el espacio bidimensional de la página, habitada por nuestras pulsiones convertidas en personajes de todo tipo. Este libro reflexiona en torno a ese medio de dos dimensiones, que en su sofisticación consigue representar hasta cuatro, contando las del espacio y el tiempo. Es un viaje con paradas tanto en el clásico popular del número 13 de la " Rue del Percebe " como en las páginas medievales de los " Beatos " , que se detiene a mirar cómics realizados por arquitectos o arquitectura concebida por autores de viñeta, que compendia teorías que desentrañan este medio gráfico y cierra con un catálogo de estrategias para contar historias mientras se dibujan ventanas o escaleras.
1967. En Buenos Aires aparece la novela de un escritor colombiano de cuarenta años. No queda hoy lengua literaria a la que no haya sido traducida. " Cien años de soledad " no sólo cautiva a los lectores de cualquier condición: su impulso poderoso ha levantado las letras castellanas de todo un continente. Desvelar la magia de su prosa, acotar las arenas movedizas de su particular quehacer literario son tareas tan imposibles como dañinas; sí agradecerá el lector, en cambio, la aclaración de ciertas alusiones, la comprobación de la densidad que subyace a un texto aparentemente diáfano. No nos engañemos: son millones las páginas que han engendrado las de la novela, pero ante ella al lector no le queda otra actitud que la misma lectura devoradora y deslumbrada del último de los Aurelianos.
«Claros del bosque» es uno de los libros esenciales de la trayectoria filosófica de María Zambrano en el que vemos, por primera vez, en marcha su «razón poética». Nadie mejor que la propia autora para presentarnos el significado de esta obra: "«Claros del bosque» dentro de mi pensamiento vertido en lo impreso, salvo alguna excepción, aparece como algo inédito salido de ese escribir irreprimible que brota por sí mismo y que ha ido a parar a cuadernos y hojas que nadie conoce, ni yo misma, reacia que soy a releerme. Tenía que suceder por fuerza. Mas creo que el carácter de ofrenda de «Claros del bosque» a la persona a quien va dedicado en su tránsito tiene que ver en ello, acentuando así el carácter de ofrenda que todo lo que he publicado tiene desde siempre. Nada es de extrañar que la razón discursiva apenas aparezca. Con anterioridad esbocé una æCrítica de la razón discursivaÆ que no podría prometerme que salga de ese estado. Creo, pues, que como libro es el que más responde a esa æideaÆ hace tiempo formulada de que æpensar es ante todo -como raíz, como acto-- descifrar lo que se sienteÆ, entendiendo por sentir el æsentir originarioÆ, expresión usada por mí desde hace años. Y también que æel hombre es el ser que padece su propia trascendenciaÆ en un incesante proceso de unificación entre pasividad y conocimiento, entre ser y vida. Vida verdadera, sorprendida tan sólo en algunos claros que se abren en la espesura inicial entre cielo y tierra. Y en el remoto horizonte donde cielo y tierra, ser y vida, vida y muerte se aneganö.
Con ilustraciones. Tradicido por Adriana Beltrán del Río. Cartoné
Cartas escritas desde el más profundo dolor. Protagonistas legendarias, reinas y ninfas del mundo mitológico nos harán llegar, en forma de carta, el dolor causado por la traición, el abandono y los rencores. En una muestra más de la exaltación de la feminidad en el mundo clásico, estas heroínas intentan esconder el auténtico desconsuelo que sienten por haber sido abandonadas por los amantes y maridos que les juraron amor eterno. Pero lo hacen a través de la rabia y la furia de sus palabras. Son protagonistas que se convierten en escritoras. Es el dolor que habla con un discurso trágico lleno de pasión.
Edición de lujo del clásico de Ovidio ilustrada por Paula Bonet, una de las artistas más representadas del momento.
La obra de Turguénev representa un nuevo período en el desarrollo del realismo crítico ruso. En la década de 1840 fue el más destacado representante de la corriente ideológica literaria que se inspira en las esperanzas de ilustración de la nobleza. Partícipe de la creación de la literatura de vanguardia y tratando de retratar objetivamente en su obra la vida de los campesinos, ofreció a sus contemporáneos y dejó a la posteridad un extraordinario ciclo de relatos, " Memorias de un cazador " , que tanto por su tendencia, opuesta al tiránico régimen de servidumbre que imperaba en Rusia, como por su valor literario, marcó una época. La publicación de " Memorias de un cazador " causó una profundísima impresión en los lectores rusos. Los reaccionarios la consideraron una " obra incendiaria " y el autor fue sometido por parte de las autoridades a una estrecha vigilancia. La aldea rusa, sus campesinos, nunca habían sido descritos con tal profundidad psicológica y tanta simpatía. Su sagacidad práctica, su clara inteligencia, su sensatez, su honradez y magnanimidad se contraponen a menudo con la figura del terrateniente cruel, carente de moral e intelectualmente limitado.
Fiódor M. Dostoievski escribe " Memorias del subsuelo " en un momento social y político bastante complejo, al que se une la delicada situación personal por la que el autor estaba atravesando: su mujer se moría y su tormentosa relación sentimental con una joven le causaba dudas y remordimientos que incidían en una evidente crisis personal. El resultado de esa situación histórica, personal, vital y anímica es una obra que en pocas páginas concentra más contenido filosófico que ninguna otra obra del autor, y en la que se plantean las cuestiones más extremas que un hombre pueda hacer. " Memorias del subsuelo " es una obra contradictoria, no exenta de matices. En forma de diálogo, un hombre sin nombre ni identidad concreta, excepto la de ser un funcionario, como se presenta a sí mismo desde las primeras páginas, va narrando las memorias de su tragedia personal. Dostoievski logra crear con él uno de los mejores y más impactantes antihéroes de su ingente producción novelística, como lo son Raskólnikov o Iván Karamázov, un sujeto retórico de difícil imitación, en el que las raíces eslavófilas y el innegable rechazo a la imposición burocrática se aúnan en todo un tratado.
" Ni putas Ni sumisas " fue el eslogan, voluntariamente provocador, con que un puñado de chicas de barriadas obreras lanzó un manifiesto denunciando el machismo y la violencia masculina. El detonante fue el asesinato de Sohane, una joven de dieciocho años que fue quemada viva en un sótano de Cité Balzac. Hermosa e insumisa, Sohane, hija de la inmigración, había pagado con la vida su negativa a plegarse a las normas de funcionamiento de la barriada. Pero este libro, claro y sintético, no es sólo la historia de un movimiento que ha tenido gran repercusión en Francia y que entre otras cosas ha contribuido efectivamente a la promulgación de la llamada " ley del velo " , sino que habla también de inmigración, mujeres musulmanas, del feminismo institucionalizado, de las nuevas relaciones entre hombres y mujeres jóvenes, del multiculturalismo y del universalismo, de la laicidad en la escuela, de los barrios como guetos, del movimiento obrero y la falta de trabajo... Es decir, de cuestiones que no sólo afectan a las chicas de las barriadas obreras, sino a todas las mujeres francesas, y de un fenómeno que tarde o temprano ocurrirá en España y en Europa.
" Poeta en Nueva York " es una de las obras más crípticas de Lorca, donde la dificultad interpretativa se une a un extremado problema textual. Su publicación póstuma en 1940, con dos primera ediciones, aparecidas con escasos días de diferencia y no totalmente coincidentes, convierten la fijación textual de este premario en una labor ardua, intensificada por la pérdida de su manuscrito original. Estas especiales circunstancias son revisadas por María Clementa Millán, que combina la fijación textual con el análisis literario de los temas esenciales debatidos en la obra, la ciudad y el poeta. En esta edición, se siguen fielmente los que hoy parecen ser los últimos criterios del autor, publicándose por vez primera las dieciocho ilustraciones fotográficas que debían acompañar sus versos. Igualmente, se incluye una paráfrasis de sus diferentes secciones y poemas.